Monitor Semanal #777

FASE DOS: CALESITA DE PESOS Y DE DEUDA 🎠🎰🎲 

Apurado tras la aprobación de la Ley bases y el Paquete fiscal el último viernes del mes pasado el Gobierno salió a anunciar el inicio de la Fase 2: “Una vez logrado el déficit cero se pasaría a una fase de emisión cero”, para lo cual se aceleró el trasvasamiento de la deuda del BCRA al Tesoro a través de lo que finalmente se denominaría Letra Fiscal de Liquidez. 

La implementación todavía no está definida, aunque en las conversaciones con Bancos trascendió que el nuevo mecanismo operaría igual que los PASES sólo que a partir de ahora, la tasa de interés la pagaría el Tesoro y no el BCRA, por lo que en los hechos se pretende que el nuevo instrumento no pague ingresos brutos. La contracara de la desaparición de los Pasivos remunerados sería el aumento en la deuda del Tesoro en pesos que subiría hasta casi los USD91 mil millones. Un 50% quedaría a tasa fija, pero a plazos muy cortos y el grueso está en el activo de los Bancos expuestos en un 47% en riesgo sector público (antes BCRA, si esto se termina de dar, fundamentalmente Tesoro). El viernes pasado, el BCRA inició conversaciones unilaterales con los Bancos para avanzar en el rescate de los PUTs por un total de $18 billones en cartera de los bancos, luego de la ejecución de $2 billones esta semana. Vale recordar que no todos los PUTs cuentan con el activo subyacente ya que en no pocos casos los bonos habrían sido vendidos en el mercado.  

El primer día hábil después del anuncio de la fase 2 se dio en paralelo el pago de títulos del Tesoro (Bono dual + Lecap) y la liquidación de la licitación de la semana pasada. Los encajes en el Banco Central aumentaron en $4 billones (buscando hacer numerales a inicios de mes), mientras que los depósitos del Gobierno en el BCRA aumentan en $2,8 billones, totalizando $6,8 billones. La base monetaria subió transitoriamente a $24 billones.  

La contracara fue una caída en los pasivos remunerados de $4,9 billones y una venta de bonos al BCRA por $1,9 billones adicionales (desarme de PUTs mayoritario de un banco), por lo que el financiamiento neto al Tesoro sería sólo por $1 billón. Visto del lado monetario, el Central expandió en casi $2 billones por el desarme de PUTs y luego contrajo $2,8 billones por aumento de depósitos a tasa cero en el BCRA (financiamiento neto de la licitación). En el agregado, el Gobierno fue levemente contractivo en esta última vuelta que dieron los pesos.  

En el medio, el Banco Central lanzó una comunicación que incluye a las LECAP adquiridas en el mercado secundario a la exclusión del tope de exposición al sector público, por lo que sigue preparando el terreno para el nuevo instrumento de política monetaria. 

El mercado no reaccionó bien al nuevo anuncio del viernes pasado. El dólar CCL cerró  la semana en $1.400 subiendo $50 (+3,3%) contra el cierre de la semana anterior y marca una brecha cambiaria del 52%, niveles que no se veían desde fines de enero, antes de que entrara en vigencia la Resolución 990 limitando la transferencia de activos al exterior de cuentas de no residentes volviendo a coordinar el carry. El dólar MEP operó transitoriamente durante la semana con canje negativo, luego de semanas donde este llegó a operar a 8%. El BCRA volvió a comprar dólares, aunque sólo USD25 millones en la semana.  

Finalmente, unos comentarios sobre la evolución fiscal y de la economía real.  

  • La recaudación nacional de impuestos alcanzó los $11,3 billones en junio y, luego de lo que fue el repunte de mayo (traccionado por el salto en el Impuesto a las Ganancias del Sistema Financiero), volvió a exhibir una caída en términos reales, en este caso de 14%.  
  • Se confirmó el retroceso del PIB del primer trimestre del año (-2.6% s.e.), mientras que el EMAE y nuestro indicador adelantado de mayo indican un estancamiento en el margen en el segundo trimestre, a pesar de la recomposición de la cosecha. 
  • El mercado laboral se vio afectado negativamente en el primer trimestre del año y la desocupación trepó al 7,7% de la PEA. El deterioro estuvo centrado en los partidos del conurbano, donde fue de 9,9% de la PEA. Hubo salida del mercado laboral y también caída de los niveles de empleo informal y más vulnerables.  

INTERNACIONAL 

En las últimas semanas, por no decir meses, la tensión entre el arco político y el Banco Central de Brasil ha ido escalando. Aunque durante la campaña Lula advierte sobre el elevado nivel de las tasas de interés, con el correr de los meses y pese a la normalización de las tasas, las críticas se intensificaron y llevaron a que el Banco Central atravesara una crisis de credibilidad inédita en años. A esto se sumó una creciente incertidumbre respecto a la evolución de las cuentas públicas, lo que ayudó a gestar una tormenta perfecta para los activos brasileños. En esa instancia el Gobierno decidió cambiar el Marco Fiscal al cual se había comprometido en diciembre. No fue hasta que Lula cambió el tono y dijo públicamente que la responsabilidad fiscal es un compromiso, no una palabra, y que el ministro de Hacienda anunció un recorte del gasto, que el Real retrocedió. Sin embargo, el recorte anunciado pasa por una revisión de beneficios, no por una corrección genuina del gasto que permita alcanzar un superávit primario, que para conseguirlo demandaría ajustes en el sistema educativo, de salud y de pensiones.