Un poco de Aire para el programa financiero
Después de la publicación del memo “Retenciones, Canje y FMI” el viernes pasado, el equipo económico difundió los resultados del canje con una aceptación de privados prácticamente similar a la que incluimos en los supuestos. En efecto se logró una adhesión del 55% de los acreedores privados de los títulos elegibles al canje, despejando $12,6 billones de pagos de capital e intereses entre mayo y noviembre de 2025 para el año próximo.
A pesar del éxito del canje, todavía quedan vencimientos por $39 billones hasta las elecciones de octubre ($42 billones en 2025). Es razonable esperar que este monto se vaya achicando a medida que avance el cronograma de colocaciones de deuda del Tesoro. En parte por el roll over a plazos más largos para el cual se requirió el esquema dual, en parte por la remonetizacion de parte de los vencimientos. Salvo en la última licitación realizada inmediatamente después del anuncio de baja del crawl del 2% al 1% cuando el Tesoro roleo $1,5 billones adicionales a lo que vencía, desde septiembre venía refinanciando sólo el 88% de los vencimientos generando una expansión equivalente a casi $4 billones que se financió con los pesos que el Tesoro tiene depositados en el BCRA producto del canje de Pases por Lecaps.
Esto sumado a los depósitos utilizados para la compra de dólares al BCRA, redujo las tenencias de pesos del Tesoro en el BCRA a $5,7 billones frente a los $16 billones de partida, haciendo que el programa monetario (Base Monetaria amplia fijo en $47,7 billones) que hasta ahora convivía con una fuerte remonetización de la economía y expansión del crédito se acerque al punto donde los excedentes de liquidez (depósitos del Tesoro y Lefi de los bancos privados) se achican, requiriendo una redefinición si se quiere sostener la expansión del crédito y de la economía apuntalada en el ancla cambiaria. La baja en las retenciones anunciada procura asegurar la disponibilidad de dólares hasta conseguir algún acceso al crédito, ya sea via un acuerdo con el FMI o en el mercado más allá del Repo.
Otros datos publicados esta semana:
Saldo Comercial: el superávit de diciembre fue el más alto a valores constantes desde 2019, siendo de USD1.666 millones, con exportaciones e importaciones creciendo un 33% y un 26% interanual, respectivamente. De esta manera, el combo recuperación de la cosecha y devaluación redunda en un saldo acumulado para el año de USD18.899 millones.
Actividad (EMAE): La economía creció según el EMAE un 0,9% mensual en la serie sin estacionalidad y un 0,1% contra el mismo mes del año pasado. Respecto al último mes antes de haber entrado en recesión, agosto de 2023, el nivel actual se ubica a solo 0,8% de diferencia.
Salarios: Según el INDEC en noviembre los salarios promedio subieron 3,8% y se ubican en términos reales 2,6% por debajo de noviembre 2023. Los salarios formales se ubican 0,5% por encima mientras los del sector público y los privados informales caen 14,5% y 17,8% respecto a un año atrás.
Internacional
El primer evento saliente del fin de semana fue la irrupción de DeepSeek, la versión china de ChatGPT, al demostrar que es posible desarrollar modelos potentes de inteligencia artificial a costos más bajos y utilizando chips menos avanzados, lo que generó ruido sobre el dominio tecnológico de las empresas estadounidenses. El impacto en Nueva York no tardó en sentirse, al cierre de este informe las empresas del sector tecnológico se encaminaban a una pérdida de 1,2 billones de dólares encabezadas por una caída de Nvidia superior al 12%. Cuatro de las Magnificent Seven (Mag7) reportan ganancias esta semana y dos la semana próxima, en promedio se espera que las ganancias crezcan un 22%, un mínimo desde el primer trimestre de 2023. En otro contexto los menores resultados hubieran sido pasados por alto frente a la expectativa de mejores resultados futuros, pero con el foco en la viabilidad competitiva de nuevos actores como DeepSeek, las empresas tecnológicas se ven bajo presión en tanto el mercado evalúa los fundamentos tras la escala en las valuaciones de las empresas del sector. Los Treasuries se hicieron eco del flight to safety y la tasa a 10 años llegó a retroceder 12 pbs hasta situarse en 4,5%, mientras que la tasa a 2 años, más sensible a las expectativas de política monetaria, llegó a disminuir en el momento más álgido 10 pbs hasta 4,17%, su nivel más bajo en más de un mes.
Ya la semana venía determinada por la hiperactividad en el inicio del segundo mandato presidencial de Donald Trump con la firma de una serie de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU) con un fuerte foco en emblemas ideológicos de la campaña electoral del primer mandatario, pero sin un significativo impacto económico asociado.
Aunque la retórica del presidente sigue siendo agresiva en temas centrales como la política comercial, la inmigración, la lucha contra la inflación y un renovado interés por la producción estadounidense de combustibles fósiles, las primeras acciones del presidente permiten asociarlo más a “un perro que ladra, negocia fuerte (pero no muerde)”. Una retórica con puntos en común con el inicio de su primera presidencia, pero en un contexto económico muy distinto del que heredó en 2017.
Los primeros DNU que firmó Trump hacen foco en la energía, al eliminar las restricciones a la producción de petróleo offshore y retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París, redoblando así la apuesta por el “Drill, Baby, Drill”. El fin de semana Trump sorprendió al amenazar a Colombia con la imposición de aranceles a productos como el café y el petróleo tras la negativa inicial de Gustavo Petro a recibir dos aviones militares que transportaban migrantes deportados. Al Petro ceder ante la amenaza de Trump quedó en claro que los aranceles se perfilan como la principal arma del mandatario estadounidense para dirimir cuestiones geopolíticas.