A la retórica de la FED respecto a una nueva ronda de inyección monetaria en USA de principios de septiembre, se suma ahora el anuncio del Banco Central de Japón de un programa de expansión monetaria de 35 billones de yenes. Esto, en conjunto con tasas de interés que se mantienen cerca de cero, alcanzó para generar un rally en los precios de prácticamente todos los activos en relación al dólar.Así, aún con el canal de crédito bancario cortado –dado que el desendeudamiento que se requiere en una economía que llevó su nivel de ahorro a cero y su deuda a 135% del ingreso disponible (equivalente a 16 meses de salario promedio por hogar) todavía continúa y seguramente continuará por al menos dos o tres años-, la política monetaria empieza a traccionar vía canales alternativos al tradicional: el precio de los activos y el aluvión de suscripciones de deuda por parte de compañías, gobiernos y bancos de inversión en un mundo de tasa cero. Esta configuración de tasas de interés cercanas a cero en los países centrales y precio de commodities en ascenso vertical, implica un aluvión de capitales dirigidos a las economías emergentes. Capitales que presionan a la apreciación de las monedas domésticas y amenazan con erosionar la competividad-precio del sector exportador. Frente a esta situación no son pocos los países que intentan amortiguar esta trayectoria vía intervenciones directas en el mercado de cambios y/o controles de los flujos de capitales a fin de amortiguar semejante dinámica, esbozando un escenario de “guerra” cambiaria.¿Inicio de una nueva burbuja? Si bien la pregunta resulta prematura, dado que todavía se debate si estamos al borde de una recaída, lo cierto es que las mismas dudas fueron las definieron que la FED llevara la tasa al 1% luego del desplome del Nasdaq y el ataque a las torres gemelas, combustible que, en conjunto con problemas de regulación financiera (transferencia de riesgo de crédito convalidada por las calificadoras de riesgo), contribuyó a la gestación de la burbuja suprime que terminó de explotar con la caída de Lehman en septiembre de 2008. De todos modos, con el riesgo sistémico acotado, en el corto plazo y desde una perspectiva estrictamente financiera, la pregunta entonces es ¿dónde estará la burbuja?. Son los activos y no el dólar los que van a cubrir el patrimonio. *Economista Estudio Bein & Asociados |