Diciembre fue el mejor mes de la historia para el BCRA en términos de compra neta de divisas en el mercado de cambios, con una adquisición de moneda extranjera que sumó US$2.493 millones y superó el record previo de US$2.012 millones alcanzado en junio de 2007.
Para que esto fuera posible, durante el último mes de 2011 se conjugaron varios factores. Por un lado, se verificó plenamente el impacto de los controles en tiempo real de la AFIP a la compra de divisas, con un desplome en la formación de activos externos del sector privado. La mal llamada “fuga de capitales”, que había promediado más de US$3.300 millones mensuales entre agosto y octubre, se habría reducido a la mitad en noviembre, mientras que en diciembre nuestras estimaciones apuntan a una reversión del flujo, con un ingreso en torno a US$800/US$900 millones. A su vez, las trabas impuestas a las importaciones implicaron una moderaron adicional en la salida de dólares comerciales.
Por otro lado, la oferta de divisas en el MULC también registró un fuerte incremento, con el ingreso de parte de las inversiones que las compañías de seguros tenían alocadas en el exterior y los dólares de los sectores que se encontraban parcial o totalmente exentos de la obligación de liquidar en el país las divisas provenientes de sus exportaciones.
Finalmente, también influyó el aumento estacional en la demanda de pesos con motivo de las fiestas y las vacaciones, junto a una tasa Badlar bancos privados que se sostuvo en torno al 19%. De hecho, los plazos fijos en pesos del sector privado aumentaron 1,6% m/m, en un mes donde, debido a la alta demanda de dinero transaccional, suelen registrar una pobre dinámica (en 2010 crecieron apenas 0,5% m/m, mientras que en 2009 se contrajeron 0,7% m/m).
Este record de compra de divisas permitió al BCRA sumar US$314 millones a sus reservas, que culminaron el año en US$46.376 millones (-US$5.814 millones respecto al cierre de 2010), tras cuatro meses consecutivos de caída, y a pesar de la cancelación del tramo en moneda extranjera de los cupones PIB y el vencimiento de intereses de los bonos Discount (con un efecto negativo total en torno a US$2.300 millones).
Sobre el cierre del año pasado, el BCRA presentó el Programa Monetario 2012, que estipula un aumento interanual de los medios de pagos de la economía (medidos por el agregado M2) con bandas mínimas y máximas de 22,4% y 30,4% a diciembre del corriente. El valor promedio de 26,4% i.a. se ubica 1,5 p.p. por debajo del rango medio incluido en el Programa Monetario 2011, y 2,6 p.p. por debajo de la tasa de expansión interanual del M2 a diciembre de 2011.
A pesar de la desaceleración implícita en la trayectoria del M2, el valor promedio proyectado en el Programa se ubica por encima del estimado en nuestro escenario, consistente con un Gobierno que apunta a moderar la nominalidad de la economía en un contexto donde al país ya no le sobran divisas para seguir sosteniendo aumentos en dólares en torno a 20% i.a. en los salarios, el gasto público y los agregados monetarios transaccionales.
Nuestras proyecciones para el año apuntan a una dinámica de los medios de pago que se ubicaría en línea con el rango inferior del Programa Monetario (22,4% i.a.), una tasa Badlar bancos privados en torno al 17% (algo por debajo de los máximos de noviembre, pero 5,5 p.p. por encima del promedio enero-septiembre de 2010) y reservas que culminarían el año cerca de los US$45.000 millones, consistente con un uso de aproximadamente US$2.000 millones para el pago de vencimientos de deuda en moneda extranjera con acreedores privados. El tipo de cambio cerraría el año en $4,77, en línea con el objetivo de la política de minimizar la tasa de devaluación nominal del peso.
La desaceleración en la nominalidad se daría en simultáneo a una recuperación del superávit primario a $17.000 millones (0,8% del PIB) y un déficit de cuenta corriente en torno a US$1.000 millones (0,1% del PIB). De materializarse este escenario, algo que dependerá fundamentalmente de la capacidad del Gobierno para manejar la puja distributiva y ubicar a las políticas fiscal y monetaria en un sendero consistente, la economía lograría un crecimiento de 3,5%. La mitad que el de 2011, pero nada mal para un año de “sintonía fina” en el cual comenzarían a corregirse parte de los desequilibrios del modelo.
* Economista de Estudio Bein & Asociados