Aun cuando los factores estructurales derivados de la creciente contribución de China al crecimiento global frente a una oferta global de granos que crece a un menor ritmo definen una tendencia positiva para los precios agrícolas, en el corto plazo, los precios pueden desviarse –y no poco- de esa trayectoria.
La corrección del 16% evidenciada en el precio spot (precio visto hoy para entrega hoy) de la soja y del 35% en el del maíz en las últimas semanas son un claro ejemplo de este desvío y reflejan una situación puntual de una mayor expectativa de inventarios frente a la evidencia de un aumento significativo en la cosecha luego de la sequía de 2012, y la decisión coyuntural de China de retirarse del mercado apalancándose en esta información. Esta situación se refleja en precios de soja futuros a tres meses en niveles 13% menores a los precios spot (soja spot en US$497 la tonelada y soja para entrega en noviembre en US$434 la tonelada).
Es cierto que cualquier noticia que no convalide los excelentes pronósticos de oferta en EE.UU. podría acotar esta corrección, en tanto la creciente importancia de la producción de América Latina (Brasil y Argentina) en detrimento de la participación de la producción norteamericana (que pasó del 50% de la producción global al 35%) generará impactos adicionales sobre estos precios derivados del clima en el verano del hemisferio sur.
A contra mano, la volatilidad de corto plazo de los precios de la soja también estará relacionada con su función como reserva de valor. Como cualquier activo financiero, el escenario internacional de suba de las tasas de interés de largo plazo y un dólar más fuerte en el margen presiona a la baja su precio. Por ahora, la lenta recuperación del empleo norteamericano indicaría que esta transición hacia un escenario de tasas de interés más altas será gradual, aunque no exenta de volatilidad como quedó demostrado un mes atrás cuando el mercado empezó a tomar nota que los estímulos monetarios no iban a durar para siempre.
En síntesis, si bien la tendencia de largo plazo sigue sosteniendo el escenario de precios de commodities agrícolas en niveles altos, en el corto plazo, el vaivén del precio de la soja estará determinado por la confirmación o no de las expectativas de la cosecha a partir del pronóstico del clima en los veranos del hemisferio norte y del hemisferio sur, y por la velocidad a la que los mercados convergen al nuevo escenario de tasas de interés más altas.